sábado, 22 de agosto de 2009

Sesión 12: Identidad

LA IDENTIDAD

Concepto de identidad.

En la vida del hombre y la mujer están siempre presentes las preguntas: ¿quién soy yo?, ¿quiénes somos nosotros?

La identidad es una necesidad básica del ser humano en tanto poder responder a la pregunta de quién soy yo, es tan necesario como recibir afecto o el alimentarnos.

La respuesta que se logra no es absoluta y siempre está cambiando, pero nunca dejamos de buscarla.

Erich Fromm plantea que: "esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla".

Según lo que él expone, la identidad es una necesidad afectiva ("sentimiento"), cognitiva ("conciencia de sí mismo y del otro como personas diferentes") y activa (el ser humano tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad).

La identidad es como el sello de la personalidad. Es la síntesis del proceso de identificaciones que durante los primeros años de vida y hasta finales de la adolescencia la persona va realizando.

Se puede afirmar, entonces, que la identidad tiene que ver con nuestra historia de vida, que será influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. Por lo tanto, hay en este concepto un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado, y de la historia personal con la historia social, por otro.

Los individuos, los grupos y las culturas tienen conflictos de identidad. Hay una identidad personal y varias identidades colectivas que debemos siempre de aunar en nuestro análisis.

No hay un solo "nosotros", sino varios, no excluyentes, sino superpuestos en la unicidad de la persona. Así, hablamos de: "nosotros los seres humanos", de "nosotros los latinoamericanos" o de nosotros "los argentinos”.

La identidad distingue nuestro colectivo de otros, así como la identidad individual distingue a nuestra individualidad de otras. La identidad colectiva es a la vez común y diferente, según el contexto. Por ejemplo, "nosotras los docentes" se opone a los "no docentes". El nosotros, es móvil y contextual. Son muchas las identidades colectivas y algunas incluyen a otras.

En algunos contextos culturales se da mayor relevancia a algunos "nosotros" (por ejemplo, "nosotros los blancos" – Sudáfrica, EEUU que son países que históricamente han tenido como colectivo social el tema del racismo) y, por lo tanto, cualquier otra característica queda relegada a un segundo plano.

Por suerte el mundo ha ido evolucionando y si bien aun en algunas partes del mundo se dan estas situaciones de marginación y racismo en general hoy gracias a la Globalización y la mayor comunicación hay actitudes que se han ido erradicando. No obstante el prejuicio social aun esta presente desde otros lugares.

Toda identidad va cambiando y supone alteridad. No se puede reconocer una identidad, si a la vez no se reconoce una alteridad que se presenta como su antagonista. Por ejemplo, para algunos yo puedo ser culto y para otros ignorante o mediocre. Estos antagonismos nos crean conflictos con los demás, pero también con nosotros mismos. Si el otro no confirma mi identidad, se transforma en una amenaza y es frecuente que se intente evitar el contacto con aquellos que nos amenazan, que ponen en riesgo mi identidad, mi autoimagen y mi autoestima. Recordemos lo que A. Maslow plantea en su Escala de necesidades Básicas, pone como una necesidad básica humana la necesidad de Afiliación, esto es ser parte de, sentirse reconocido por. En otras palabras el sentido de pertenencia.

Respecto a esto como origen el primer lugar en donde cada individuo necesita sentirse identificado y pertenecer es a su familia de origen. Vemos en muchos adolescentes que no se sienten identificados con su familia, se sienten excluidos por ella, o ellos la rechazan por alguna razón.

Se puede decir que la identidad es evolutiva y está en proceso de cambio permanente, lo que implica la afirmación de particularidades, pero también de diferencias y relaciones con los otros. Se trata de una pregunta siempre presente y cuya respuesta se busca en imágenes, fragmentos, recuerdos, historias, relaciones con uno mismo y con otros, esos "otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia".

Si tomamos en cuenta ahora en que momento se define una determinada identidad, nos encontramos que fundamentalmente se va edificando a través de determinadas identificaciones que el sujeto va realizando en interacción con las personas significativas de su ambiente hasta alrededor de finales de la adolescencia (20 años aproximadamente y algunos mas probablemente).

Conformar una identidad es establecer un centro de gravedad en torno al si mismo, que implica esto que mas allá de los cambios internos y externos, mas allá de los nuevos conocimientos y saberes que uno incorpora, hay un Yo relativamente unificado, esto implica que el sujeto construye en casi dos décadas de existencia una posición básica de ser en el mundo que lo acompañara a lo largo de toda su vida, mas allá de los ajustes y replanteos posteriores que su existencia pueda depararle.

Esto significa que cada uno de nosotros tendremos determinados tipos de necesidades, impulsos, motivaciones (afectivos, espirituales, sociales, materiales ) que satisfacer , para sentirnos básicamente felices y realizados, a la vez y aquí es donde se arman grandes problemas, esto es: armar en base a esa identidad un proyecto de vida lo cual incluye vocación, profesión, ocupación (estudio y trabajo), sexualidad (formar pareja, consolidar una familia) un conocimiento acerca de quien soy, que necesito. Todo esto implica auto evaluación, autoestima etc.

El tema de consolidar nuestra identidad es entonces un trabajo que tiene una doble finalidad, por una lado encontrar un sentimiento interno de unidad, y por otro desde nuestras relaciones con el mundo el de singularizarnos, esto es diferenciarnos del otro. Pero además de ese reconocimiento implica que lo que hagamos nos permita algún grado de autorrealización y trascendencia. Maslow hablaba respecto a la necesidad de autorrealización con que no basta solamente que lo que hagamos nos haga felices o nos sea útil solo a nosotros, sino también que también a partir de ese sentimiento de autorrealización trascendamos a nosotros mismos dando a los demás algo también. Por ej. Si pensamos en el caso de la madre Teresa de Calcuta con la gran obra que ella hizo, allí tendríamos el grado de autorrealización al realizarla que pudo haber en ella que suponemos que estaba, pero además la trascendencia de su obra que trajo ayuda y bienestar a otros y que sembró un camino que otros aun hoy continúan.

Desde una observación más cotidiana, cuando reconocemos a alguien por su manera de hablar, de escribir, de caminar, de hacer por sobre otras personas es porque algo de la identidad se puso en juego allí. Esto no implica que identidad y creatividad vayan siempre juntas.

Esto ha sido al solo efecto de poner más en evidencia que cuando la identidad esta bien construida la persona logra singularizarse desde algún lugar del otro. Lo opuesto seria lo que comúnmente en sociología se lo llama el hombre masa. La masificación.

Así entonces hay una identidad como totalidad, como universo, que incluye varias partes o subsistemas:

1. IDENTIDAD SEXUAL O DE GÉNERO: implica asumir las cuestiones inherentes al sexo biológico, la feminidad, la masculinidad, el rol como hombre, como mujer, y como tales en relación al otro.

2. IDENTIDAD FÍSICA: Implica aceptación del propio cuerpo, y de este en relación al otro (quizás es en la relación sexual cuando uno se encuentra desnudo frente al otro donde se enfrenta mayormente esto, o ponerse en malla para ir al club, o la playa etc.) De hecho en los trastornos alimentarios Bulimia, anorexia, obesidad, vemos como el cuerpo es algo que genera vergüenza, rechazo, sentimientos de culpa (casos de abuso sexual). Por ello se evita el mostrarlo (usar ropas de talles mas grandes, o que no marquen la silueta, aún cuando se sea delgado, en hombres no usar shorts, sino pantalones largos, entre otros).

3. PSICOLÓGICA: Sentimientos auto estimativos, resolución de conflictivas familiares. Tipos de actitud. Control y manejo de los impulsos instintuales, agresivos emocionales. Autoconocimiento: quien soy, quien quiero ser, como serlo. Estructura de personalidad, dinámicas inconscientes.

4. SOCIAL: Grupo social de pertenencia (clase social), religioso, grupos secundarios de interacción (amigos, compañeros de estudio, trabajo). Los grupos sociales actúan como redes de apoyo y de sostenimiento o marco de referencia para el sujeto.

5. MORAL: Valores, códigos de ética personal, (a veces la religión actúa como proveedor de códigos de moral, lo que esta bien y no hacer) también las pautas sociales y culturales.

6. IDEOLÓGICA: Filosofía de vida. Creencias.

7. VOCACIONAL: Proyecto de vida, realización de una vocación o descubrimiento de lo que quiero hacer y ser en cuanto a profesión y ocupación.

Como vemos lo común es difícil cubrir todos los sistemas en cuanto a realización y satisfacción plena, pero de hecho bastaría con lograr un punto de equilibrio en cada uno o la mayor parte de ellos para lograr una identidad más sólida.

La relación de supremacía de igualdad o desvalorización grafica (más allá del aspecto involucrado) nos informara la integración total lograda por el sujeto, es decir la identidad como un todo, o la no unidad interna.

Fracaso o fallas en la construcción de la identidad, identidad negativa.

¿Qué sucede cuando por algún o algunos motivos un sujeto no logra ese sentimiento de unidad personal que es la identidad?...., no es difícil imaginarnos que se crea en el mismo un gran dilema existencial porque no se puede no ser, entonces si no se puede ser lo que se quiere se elige el camino de ser lo contrario a lo que se debiera ser (por naturaleza, deseos, impulsos naturales) o lo que los demás esperan que seamos.

Es algo así como si el sujeto llevara la contraria, ser lo contrario a lo que hubiese querido o podido ser. Lo conflictivo es aquí grave porque no es una elección sino una salida con un alto costo psicológico para el sujeto, para su calidad y para su proyecto de vida en un amplio sentido.

Lamentablemente en la actualidad encontramos, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes, como una actitud de no hay nada que me interese, esta todo mal, para que vamos a esforzarnos si después no hay trabajo….y en casos mas graves se refleja desde una actitud francamente agresiva y de violencia hacia su medio ambiente familiar y social.

Dentro de las problemáticas que esta conflictiva de la identidad plantea y quizás como un efecto de esto tenemos los cuadros de adicción (toxicomanías: drogas, alcohol, psicofármacos) y trastornos alimentarios como la Anorexia y la Bulimia y en el mas extremos de los casos el suicidio. A estas 3 últimas psicopatologías se las ha agrupado desde la Psicología como Patologías de la Autodestrucción, pues en casos extremos, cuando no han podido compensarse pese a los tratamientos terapéuticos y médicos, llevan a ella.

Así, esta identidad negativa se alimenta de todo aquello que es rechazable, censurable particularmente desde el entorno social.

En cierta forma una identidad negativa denota un conflicto con el mundo, una actitud de desconfianza y recelo de todo lo que de allí provenga. Implica dos grandes vacíos existenciales, no sentir paz interior al faltar ese sentimiento de unidad interior y no lograr desde alguna área de la personalidad (mental, afectiva, espiritual, material, social…) algún grado de autorrealización y un vacío de esperanza y expectativas futuras lo cual afecta a crear algún proyecto de vida en tanto no se ha consolidado de alguna manera algo que los filosofía llama “ser en el mundo”, esta implica interés por lo que pasa en el, y un deseo de ser parte activa del mismo. En otros términos es como si el sujeto no se identificara con lo que pasa en el, como que el mundo que lo rodea y él tienen necesidades diferentes, aquí con el agravante de que tampoco el sujeto sabe que es lo que necesita y cual es su deseo. Citando al escritor español Ortega y Gasset, el hombre nunca es solo el hombre, sino “el hombre y sus circunstancias”.

Tal como lo señala Erik Erickson el término "Identidad del Yo", describe ciertos logros en la comprensión que el individuo llegado al final de la adolescencia, debe haber alcanzado a través de toda su experiencia pre-adulta, para poder estar preparado para las tareas de la adultez. Agrega que este sentimiento de identidad es lo que nos permite experimentarnos a nosotros mismos como algo que posee continuidad y uniformidad y, por lo tanto, actuar consecuentemente.

El joven adulto adquiere un sentido estable de continuidad interior y de mismidad social que servirá de puente entre aquello que fue, siendo niño, y lo que va a llegar a ser, y que reconciliará a su concepción de sí mismo con el reconocimiento que de él hace su comunidad.

La pérdida del sentido de la Identidad, según Erickson, se expresa a menudo bajo la forma de una hostilidad mordaz y altanera contra los roles que la familia o la comunidad inmediata ofrecen como adecuados y deseables.

Cualquier aspecto parcial del rol, o todas sus partes, ya sea lo masculino o lo femenino, la nacionalidad o la clase social, la religión….la política, puede convertirse en blanco principal del desdén. Hay un fuerte rechazo hacia todo lo propio y sobrestimación irracional de todo lo extranjero. Al parecer, la vida, la fuerza y la felicidad existen sólo allí donde uno no está; en tanto que el lugar de residencia (el sentimiento de si mismo) se halla en peligro o bajo la amenaza de la ruina.

Variaciones en la expresión de la Identidad – Pseudo Identidades

Un individuo puede mostrarse en función:

a) de lo que es,
b) de lo que quisiera ser,
c) de lo que se permite ser,
d) considerado en relación al objeto:
e) en función de lo que los demás creen que es,
f) de cómo quisiera ser visto,
g) de cómo supone que los demás esperan que sea, vale decir, asumiendo pasivamente el rol que se le asigna en la vida.

Éstas (e, f, g), menos que las otras modalidades de funcionamiento, configuran pseudo – identidades, que a veces se combinan, se superponen o se excluyen pero que encubren la identidad auténtica o integrada.

En términos simplificados podría decirse que:

1. La identidad auténtica es el ser alguien, mientras que
2. El ser funcionando como algo, es la pseudo-identidad.
Los principales trabajos que hace un adolescente en pos de su identidad son:
1) Trabajo de reparar pérdidas en la construcción de una Nueva Identidad – su relación con los grupos de pares(los de su edad) y no pares.
2) El trabajo de existir en una posición Indecisa (el niño que fue dejando atrás) que progresa hacia la Exogamia (salida de la familia hacia el resto del mundo) y regresa hacia la Endogamia (revalorar a la familia pero desde otro lugar, no como un niño dependiente de sus padres sino como un adulto con su propia individualidad pero buscando una integración con ella).
3) En el aspecto afectivo, también ir hacia la construcción de un Universo Propio, autónomo y compartido con los pares.
4) La sexualidad el sentimiento de ser hombre o mujer con todo lo que ello implica desde lo biológico, desde los roles específicos, etc.
Como forma de supervivencia psicológica tendemos a reprimir aquellos aspectos que consideramos negativos porque nos producen angustia y/o sentimientos de culpa y/o depresión, es decir, porque nos bajan la autoimagen y la autoestima.

Disponible en Centro de Formación en técnicas de evaluación psicológica. Conferencia “La construcción de la identidad, fallas en la consolidación del sentimiento de si mismo: la identidad negativa”. Exponente: Lic. Marcela Álvarez : http://www.angelfire.com/ak/psicologia/identidad.html